Muchas personas beben soda y desconocen los efectos del refresco en los dientes. Es una bebida que engancha y una vez que empiezas a beber no quieres parar. Si eres como la gran mayoría de las personas, hoy seguramente has tomado un refresco. Y existe una probabilidad que en pocas horas bebas otro refresco. El refresco es una bebida azucarada que tiene un impacto no solo en la salud dental sino que en la salud en general. Beber refrescos con alto contenido de azúcar se asocia con obesidad, diabetes tipo 2 y incremento de peso.
Los refrescos también pueden tener efectos negativos en la sonrisa. El problema dental más significativo asociado con los refrescos es la caries dental.
Un estudio indica que los hombres son más propensos a tomar refrescos y bebidas azucaradas. Los adolescentes beben más e injieren alrededor de 273 calorías al día.
Cuando bebes refrescos, los azúcares concentrados dentro de este tipo de bebidas interactúan con las bacterias en la boca para formar ácido. Este ácido ataca los dientes.
Tanto los refrescos normales como los que no contienen azúcar contienen ácidos, y estos atacan los dientes.
Con cada trago de refresco, estás empezando una reacción dañina que dura unos 20 minutos. Si bebes todo el día, los dientes están bajo constante ataque.
Efectos del refresco en los dientes
Los dos principales efectos de los refrescos en los dientes son: la erosión y caries. Explicamos abajo cada uno de ellos en mayor detalle.
Erosión
La erosión empieza cuando los ácidos en los refrescos se encuentran con el esmalte dental. El esmalte dental es la capa protectora más externa de los dientes. El impacto de la erosión reduce la dureza de la superficie del esmalte.
Caries
Los refrescos pueden afectar la siguiente capa, la dentina e incluso los rellenos compuestos. Este daño al esmalte dental puede provocar caries. La caries se desarrolla con el tiempo en las personas que beben refrescos con frecuencia. Si además el paciente no aplica una higiene oral adecuada de forma diaria, los problemas en los dientes pueden ser aún peores.
Cómo prevenir el daño a los dientes
La solución es obvia. No hace falta ser un genio para saber la solución.
Hay que dejar de beber refrescos. Lamentablemente, muchos de nosotros simplemente no podemos dejar el hábito. Sin embargo, hay cosas que puedes hacer para disminuir los efectos del refresco en los dientes.
– Beber con moderación – No beber más de un refresco todos los días. Solo un refresco ya hace suficiente daño.
– Beber rápido – Cuanto más tiempo tardes en beber un refresco, más tiempo tiene el azúcar para causar estragos en la salud dental. Más rápido bebas, menos tiempo tienen los azúcares y ácidos para dañar a los dientes.
– Usar una pajita – Esto ayuda a mantener los ácidos y azúcares dañinos lejos de los dientes.
– Enjuagar la boca con agua – Enjuagar la boca con un poco de agua después de beber refrescos ayuda a eliminar los azúcares y ácidos restantes y evita que ataquen los dientes.
– Cepillarse los dientes – A pesar de lo que puedas pensar, cepillarse los dientes inmediatamente después de tomar un refresco no es una buena idea. Eso es porque la fricción contra los dientes vulnerables y recientemente atacados con ácido puede hacer más daño que bien. Hay que esperar entre 30 a 60 minutos.
– Evitar los refrescos antes de acostarse – El azúcar probablemente te mantiene despierto. Y durante la noche, cuando menos saliva se produce, el azúcar y acido atacan a los dientes. Hay que luchar contra los efectos del refresco en los dientes.
– Limpieza dental periódica – Se recomienda una revisión dental una vez cada 6 meses. Además una limpieza dental profesional (por parte del odontólogo) asegura que cualquier enfermedad dental sea reparada.
Hay alternativas a los refrescos
Cada persona tiene la opción de elegir como quiere encontrarse al final de cada día, esto incluye la salud bucal y salud en general. El consumo de refresco es una opción de cada uno pero en su lugar puede elegir otras opciones. Todos somos conscientes de los daños producidos por los refrescos. Hay algunos refrescos que hacen menos daño que otros pero aun así son nocivos a los dientes.
Los refrescos no son una opción saludable, pero son populares.
Si tienes o quieres tomar refrescos, hágalo con moderación y proteja la salud dental en el proceso. No nos olvidemos que es más fácil prevenir que lamentar. Beber agua siempre es la mejor opción para reducir los efectos del refresco en los dientes.